En los últimos días, el equipo ha plantado 550 arbustos de té, 400 de dos años y 150 de un año, en dos parcelas diferentes. Al mismo tiempo, otras 250 plantas de té de un año pasarán el verano en el invernadero antes de ser plantadas en otoño, mientras que 32 plantas de té de mayor tamaño se plantarán cerca del huerto a finales de mayo, todas ellas destinadas a reproducir semillas para su aclimatación. La buena noticia es que los arbustos de té están floreciendo aquí en estos primeros días, con muchos brotes ya asomando la cabeza.
Un poco de botánica
A la Camelia sinensis le gustan los suelos ácidos y bien drenados. No les importa el frío, soportan el calor y les gusta el agua siempre que no se estanque, y con razón, ¡odian tener los pies en el agua! Por eso instalamos un sistema de riego por goteo.
Sin embargo, cabe señalar que el ecotipo que elegimos procede de las regiones montañosas de Turquía (véase este artículo) y, por naturaleza, es bastante resistente a las condiciones más «drásticas»: fuertes heladas, sol y una gran amplitud térmica día/noche en verano…
Después de trabajar el suelo con un estimulador de raíces orgánico antes de plantar, planeamos colocar montículos de virutas de madera blanda al pie de los arbustos para aportar un poco de acidez al suelo, protegerlo de la sequía y permitir el intercambio de nutrientes.
Los plantamos en hileras escalonadas para que pudieran protegerse unos a otros, de modo que cada uno de ellos sólo tuviera un lado expuesto al viento y a las inclemencias del tiempo.
Aclimatación de los arbustos de té en el Loira
Nuestro objetivo es reproducir nosotros mismos las semillas del árbol del té, para obtener semillas adaptadas al suelo (que suele ser arcilloso) y al clima del Loira. Se trata de las primeras plantas de té que se plantan en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, por lo que hay que trabajar mucho para aclimatarlas y reproducirlas durante varios años.
Decidimos plantar dos tamaños (de 1 y 2 años) y utilizar dos parcelas diferentes para ver cómo se comporta nuestro ecotipo en distintos suelos y en distintas fases de crecimiento.
Por ejemplo, plantamos una parte en una parcela con buen drenaje y pendiente suave (que antes había sido un huerto ecológico) y otra en una parcela inclinada (un antiguo pastizal) al estilo de un viñedo.
Las plantas más viejas (de 3 y 4 años) se utilizarán para reproducir semillas con vistas a plantar al menos 10.000 plantas a medio plazo. Las primeras cosechas están previstas para 2023.
Para completar el ecosistema, hemos plantado árboles frutales (cerezo, manzano) en medio de las hileras, a los que se añadirán rosales y lavanda, mientras que al sur de nuestra parcela ya florecen árboles de treinta años (fresno, roble, saúco). Estas dos parcelas también están bordeadas por 4 colmenas.
Tanto en el suelo como en el invernadero, nuestros arbustos de té se encuentran en un buen momento y todos han echado abundantes capullos: